Como si fuese una maldición, Venezuela no obtenía la corona del Miss Universo. Tuvieron que pasar doce años de la nefasta actuación de Alicia Machado para que otra vez Venezuela pudiese conquistar la corona de la "mujer más bella del universo". Y así fue. Ayer.Mientras veía el concurso me pregunté si realmente "esa" es la imagen de la mujer que la sociedad quiere: buenota (y operadísima). Un programa transmitido por Discovery Home And Health reveló lo que las madres son capaces para sus hijas se lleven una gloria frustrada: maquillaje exagerado, coqueteo excesivo para una niña de ocho años, dientes y pestañas postizas y vestidos ridículos... Lo mágico de ser niño es la simpleza y las despreocupaciones de la vida y, precisamente (en el programa) las niñas no se comportaban como niñas... Me pregunto si es el sueño de toda madre: ver a su hija como una "bichita"... No sé...
Además, no por quitarle el mérito al Miss Universo pero ¿quién dijo que la mujer más bella es la que tiene silicona por busto, cabello larguísimo, medidas 90-60-90 y rostro artificial? La mayoría de las misses son operadas y esa es una realidad. Y la mayoría de las mujeres en el resto del mundo no somos así. Somos sencillas. Con innumerables defectos. Inteligentes. Y enfrentamos la vida, sacando todo el provecho posible. Somos muchas Misses Universo. Aquí, las ganadoras somos todas, no una.
Fuente: El Nacional y El Universal
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